Noche inesperada en Imón

Esa manía de aislar ejecutivos del supuestamente mundanal ruido. Basta con que sea del ruido. Desconfío de que acudan con ganas o interés, pero las habitaciones elegantes (aunque por segundos que se olvidan pronto una pizquita cursis) más un entorno sin agresiones convierten el paseo en un respiro. La llegada fue nocturna. La cena, casera con sofisticación. El desayuno con churros de un alto grado de perfección crujiente más un bizcocho de anises esponjosísimo. De camino a las sala de reunir ejecutivos refugiados, el torreón ya está iluminado por el sol tenue del invierno. Sólo al atardecer, al regreso, descubrimos las salinas abandonadas desde casi ayer.

Etiquetas: , ,

1 Respuesta a „Noche inesperada en Imón“

  1. Hotel Salinas de Imon Dice:

    Las Salinas de Imón, unas de las más importantes que existieron, en funcionamiento hasta 1.996.
    La torre de la foto era el punto estratégico desde donde se controlaba la actividad de las salinas. Ahora convertida en una habitación de 3 pisos, en el último se encuentra un saloncito donde se puede disfrutar de las vistas y remontarse melancólicamente a la actividad de la época.
    Os esperamos pronto.