Lérida
sábado, 16 julio 2011El clásico de los setenta era: «eres más aburrido que un domingo en Londres». No conocían Lérida. Es julio, cierto, caía por ello un sol plomizo a las ocho de la tarde, pero te imaginas la vida del Mediterráneo recorriendo las calles con gente en busca de fresco. Comercio cerrado, vacío absoluto, algunas terrazas de cafeterías inanes en un par de esquinas. Cuatro chiringuitos de emigrantes cerraban un paisaje desolado en que africanos, marroquíes y latinos parecían conformar la única vida tal cual sucede en las calles sureñas: hombres tomando, sentados en la acera o vagando. (más…)