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El retorno de Dani

martes, 22 noviembre 2011

En el Santamaría, la fuga terminó y todo vuelve a su sitio. Dani prepara las copas, aunque uno siente menos autoridad. Además, me dice que no consigue que esa ginebra tan parecida a la Brockmans se la vuelvan a servir.

Saga/Fuga de Dani

viernes, 9 septiembre 2011

El final del verano. Reabren las puertas del Santa María. De lejos, veo a Versvs y a Bianca. Descendemos, pero no veo a Dani. El nuevo barman me resulta familiar. Él se anticipa y advierte que soy un habitual de Fernando del Diego. Me jura que es capaz de replicar cualquier combinado del gran Fernando. Yo, caigo. Efectivamente, le recuerdo con su cara seria. Amable pero ansioso de mostrar su competencia, espera mi respuesta. Me inclino por un Agua de Valencia, preferencia por la que soy criticado con frecuencia. Una crítica que, por supuesto, me resbala, y que no es más que la presencia de prejuicios ante lo que un buen hostelero puede hacer: no han probado lo que hace Fernando. Y no debe ser fácil de emular porque el resultado, amigos, no estuvo a la altura. Es decir, malo no estaba, pero la experiencia no era la misma. En el preceptivo diálogo barman-cliente enterao descubro que Dani ya no es responsable del local. Se inicia la caza y captura por los bares de Madrid de este talento al que, al marchar, le han subido los precios y le han quitado sus copas de autor de la carta.

La coctelería de al lado

sábado, 16 julio 2011

Un hábil truco para recordar que está justo al lado de La Tasquita de Enfrente. Tengo que mirar cómo se llama realmente – Santa María – porque me he quedado con la cuestión de la proximidad. Dani dice tener veinticuatro años, incluye todos los clásicos y su propia colección de autor. Sabe que adoramos los martinis de Fernando del Diego y cuando pedimos uno lo hace como si lo hicieran allí. Eso es un barman. Le digo que me gustan los gintonics de Brockman’s y me sugiere probar NºO. Y acierta. Inicié el recorrido de la autoría llamado «Secreto». Me quedan siete más.